domingo, 10 de octubre de 2010
Vivir agradecidamente
Vivir agradecidamente.
Ante la vida caben dos actitudes: la del agradecimiento, o la del aprovechamiento egoísta que nos hace ser insolidarios. De los diez leprosos curados sólo uno regresa para mostar a Jesús su agradecimiento y, para más inri, se trata de un extranjero, por tanto de un pagano, de un no creyente, según el concepto judaico. Pero su actitud es ensalzada por Jesús. Si fuésemos capaces de mostar nuestra gratidud, de sentirla y expresarla, seríamos más felices y haríamos más felices a los demás, porque estaríamos en condiciones de valorar lo que sí tiene gran valor, y lo que no. La gratitud es gesto de humildad.
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