Mártires de la unidad
Benedicto XVI, Cardenales, Dios Padre, Fe, Iglesia, Jesucristo, Movimientos, Roma, Sacerdocio, Terrorismo, Unidad, amor, dolor, perdón, África Sin Comentarios
En el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano ayer tuvo lugar una Jornada inscrita en los actos de clausura del Año Sacerdotal, organizada por varios movimientos eclesiales (Focolares, Shöenstatt, Carismáticos, y otros) que, bajo el título de “Sacerdotes hoy”, ofreció unos testimonios de sacerdotes de todo el mundo, que mostraban como la grandeza del sacerdote en la Iglesia no se mide por la heroicidad humana, sino por la humilde experiencia de una fe y de una entrega a Dios capaz de superar todo tipo de prueba, de dolor, de persecución, de frustración. Entre estos testimonios tres sacerdotes ruandeses contaron la experiencia de los llamados “mártires de la unidad”. En el contexto de la guerra civil en Ruanda, entre hutus y tutsis, en el seminario menor de Buta había alumnos de las dos etnias. Lo contaron así:
• “Oíamos las cosas que sucedían por todas partes pero esto no nos desanimaba. Ayudados por nuestros educadores y por el Espíritu de Dios, tratábamos de vivir en unidad y en fraternidad. Leíamos el Evangelio y lo poníamos en práctica. El 29 de abril de 1997 los rebeldes avanzaron hacia nuestra casa. ¿Cómo comportarnos en caso de ataque? Juntos, nos dijimos: Permaneceremos unidos. A la mañana siguiente irrumpieron en nuestro dormitorio. Empezaron a disparar sin control, gritando: ¡Los hutus a un lado y los tutsi al otro! Rechazamos dividirnos. Permanecimos juntos”.
• “A mi me hirieron en seguida con un disparo en la pierna derecha. Acabé debajo de una cama. De repente una gran explosión: habían lanzado una granada en medio de nosotros. De golpe murieron más de 30 chicos. Continuaron disparando incluso entre los muertos y yo fui herido por otras balas. En medio de este infierno, mis compañeros morían, diciendo: Dios, Padre nuestro, perdónales porque no saben lo que hacen. 7 años después he vuelto a ver a estos rebeldes en la parroquia. El Señor me ha dado la gracia de perdonar a quienes nos habían disparado”.
• “Nunca olvidaré lo que me dijo uno de los 40 chicos asesinados dos minutos antes de morir: ¡Debemos permanecer unidos! Hoy todavía esta frase, para mí, es como un testamento”.
Sólo un hecho como éste es suficiente para dar gracias a Dios no sólo por el sacerdocio, sino como decía el Cardenal Bertone ayer al escucharlo, por “los sacerdotes”, por ese presbiterio católico, universal, que responde a la oración sacerdotal de Jesús: “Que todos sean uno, para que el mundo crea”.
Fuente:
http://blogs.cope.es/Diosesprovidente/
jueves, 10 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario